sábado, 4 de junio de 2011

Segundo Medio: Género Lírico

DIOS LO QUIERE

(Gabriela Mistral)

I

La tierra se hace madrastra
si tu alma vende a mi alma.
Llevan un escalofrío
de tribulación las aguas.
El mundo fue más hermoso
desde que me hiciste aliada,
cuando junto de un espino
nos quedamos sin palabras
¡y el amor, como el espino,
nos traspasó de fragancia!
Pero te va a brotar víboras
la tierra si vendes mi alma;
baldías del hijo, rompo
mis rodillas desoladas.
Se apaga Cristo en mi pecho
¡y a la puerta de mi casa
quiebra la mano al mendigo
y avienta a la atribulada!
               II
Beso que tu boca entregue
a mis oídos alcanza,
porque las grutas profundas
me devuelven tus palabras.
El polvo de los senderos
guarda el olor de tus plantas
y oteándolas como un ciervo
te sigo por las montanas...
A la que tú ames, las nubes
la pintan sobre mi casa.
¡Ve cual ladrón a besarla
de la tierra en las entrañas,
que, cuando el rostro le alces,
hallas mi cara con lágrimas!
                  III
Dios no quiere que tú tengas
sol si conmigo no marchas;
Dios no quiere que tú bebas
si yo no tiemblo en tu agua;
no consiente que tú duermas
sino en mi trenza ahuecada.
                         IV
Si te vas, hasta en los musgos
del camino rompes mi alma;
te muerden la sed y el hambre
en todo monte o llanada
y en cualquier país las tardes
con sangre serán mis llagas.
Y destilo de tu lengua
aunque a otra mujer llamaras
y me clavo como un dejo
de salmuera en tu garganta;
y odies, o cantes, o ansíes,
¡por mí solamente clamas!
Si te vas y mueres lejos,
tendrás la mano ahuecada
diez años bajo la tierra
para recibir mis lágrimas,
sintiendo como te tiemblan
las carnes atribuladas,
¡hasta que te espolvoreen
mis huesos sobre la cara!

CONCEPTO DE LÍRICA

1. La lírica es uno de los géneros literarios. La palabra "lírica" define todo aquello relativo o perteneciente a la lira, o a la poesía propia para el canto. Actualmente, se utiliza dicho concepto para definir uno de los tres principales géneros poéticos, que comprende las composiciones de carácter subjetivo y, en general, todas las obras en verso que no son épicas o dramáticas.
Se caracteriza por la musicalidad y por la expresión de sentimientos de un emisor ficticio, o hablante lírico y, por ende, por la representación de su subjetividad.

2. Etimología: Sus orígenes son griegos: se trataba de aquella poesía que no estaba destinada a ser leída, sino a ser recitada ante un público por un individuo o por un coro, acompañado de algún instrumento de música, principalmente de la lira. Según la mitología griega, Apolo, dios de las artes, de la belleza y de la adivinación, tocaba hermosas canciones en este instrumento, expresando un mundo subjetivo pleno de emociones.
La lírica puede estar escrita en verso, es decir, en frase sujeta a ritmo o melodía, o en prosa poética. Un aspecto importante de la lírica es la expresión de sentimientos a través de figuras literarias o retóricas. La función poética del lenguaje –predominio de la forma del mensaje– queda así en evidencia cuando predominan en un texto estas figuras.

1. ELEMENTOS QUE CONFIGURAN EL MUNDO POÉTICO
a. Hablante lírico
El hablante lírico es un emisor ficticio, creado por el autor, que expresa su subjetividad, ya sea directamente o indirectamente a través de la adopción de actitudes líricas:

b. Actitudes líricas

• De la Canción (o Carmínica, Expresiva o Monológica):
Es la actitud lírica en la que el hablante expresa directamente sus sentimientos. Empleando la primera persona gramatical (pronombres yo, me, mi, nosotros, nos). Por lo tanto, se corresponde con la función expresiva o emotiva del lenguaje.

Ejemplo:
“Cuando miro el azul horizonte
perderse a lo lejos
a través de una gasa de polvo
dorado e inquieto,
me parece posible arrancarme
del mísero suelo,
y flotar con la niebla dorada
en átomos leves
cual ella deshecho.” (Gustavo Adolfo Bécquer: RIMA VIII)

Es importante hacer notar que en un poema el hablante lírico puede adoptar varias actitudes líricas. No necesariamente se presentan de manera pura.

• Apostrófica (o Apóstrofe Lírico):
Es la actitud lírica con la que el hablante se dirige a un tú (receptor ficticio), emplea la segunda persona gramatical (pronombres: tú, te, ti, vosotros, ustedes, os), por lo tanto corresponde a la función apelativa del lenguaje.

Ejemplo:
“Quieres que te quiera, ¿quieres?
¿Quieres que te quiera más?
Te quiero más que a mi vida.
¿Qué más quieres. ¿Quieres más?” (Anónimo)

• Enunciativa (o de Enunciación Lírica):
Es la actitud con que el hablante lírico muestra su subjetividad a través de la descripción del paisaje, de personas, de animales o de la narración de hechos. Emplea, sobre todo, la tercera persona gramatical (pronombres: él, ella, lo, ellos, ellas, los, se). Corresponde a la función referencial o representativa del lenguaje.

Ejemplo:
“La tarde más oscurece
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.” (Antonio Machado)

c. Motivo lírico
Lo que motiva y da impulso al autor para escribir el poema recibe el nombre de objeto lírico, luego, al ponerlo en boca del hablante lírico se denomina motivo lírico.

Ejemplos:
• Gabriela Mistral, en La Maestra Rural, ve el sepulcro de una maestra rural y pone en boca de un labriego los sentimientos de tristeza y de reconocimiento hacia dicha maestra.
• En Los sonetos de la Muerte, el motivo lírico es el suicidio del hombre que Gabriela Mistral amaba.
• En el poema La madre, Neruda encuentra el motivo en la muerte de su madrastra.
• En el poema Tarde en el hospital, el poeta Carlos Pesoa Véliz toma el motivo de la angustia de encontrarse solo en la pieza de un hospital, durante un día de lluvia.

d. Temple de ánimo
Es el estado de ánimo que se percibe en el poema a través de lo expresado por el hablante lírico. Puede ser, entre otros, de alegría, tristeza, nostalgia, odio, esperanza, pesimismo, optimismo, pasión, amor, perdón, etc.
Ejemplos:
• “Estoy triste, pero siempre estoy triste.” (Pablo Neruda)
• “Si una espina me hiere
yo me saco la espina,
pero no la aborrezco.” (Amado Nervo)
• “Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla.” (Antonio Machado)

2. LA RIMA
Es la identidad total o parcial, entre dos o más versos, de los sonidos situados a partir de la última vocal tónica. Suele representarse mediante una fórmula alfabética, en la cual las mayúsculas designan versos de arte mayor (de 10 o más sílabas) y las minúsculas versos de arte menor (de 9 o menos sílabas).

Puede ser de dos tipos:
• Consonante o total: si los sonidos idénticos son vocales y consonantes.
Ejemplo:
“Abiertas copas de oro deslumbrado A
sobre la redondez de los verdores B
bajos, que os arrobáis en los colores B
mágicos del poniente enarbolado.” A
(Juan Ramón Jiménez)

• Asonante o parcial: que se produce cuando sólo las vocales son idénticas.
Ejemplo:
“Madre del alma mía, ---
qué viejecita eres, a
ya los ochenta años ---
pesan sobre tus sienes.” a (Salvador Rueda)

Las letras iguales señalan los versos que tienen la misma rima, sea consonante o asonante.
Un guión o espacio en blanco representa un verso que queda libre, es decir, que no rima con ningún otro.







PRINCIPALES TIPOS DE POEMAS LÍRICOS

1. EL MADRIGAL
Concepto: es una composición breve en la cual el hablante expresa un sentimiento amoroso delicado.


MADRIGAL
(Amado Nervo)
“Por tus ojos verdes yo me perdería,
sirena de aquellas que Ulises, sagaz,
amaba y temía.
Por tus ojos verdes yo me perdería.
Por tus ojos verdes en lo que, fugaz,
brillar suele, a veces, la melancolía;
por tus ojos verdes tan llenos de paz
misteriosos como la esperanza mía;
por tus ojos verdes, conjuro eficaz,
yo me salvaría.”

2. LA ODA
Concepto: es un canto apasionado en que el hablante lírico expresa un sentimiento de exaltación, entusiasmo, adhesión y admiración.

“ODA A LA CEBOLLA”
(Pablo Neruda)
«Cebolla
luminosa redoma,
pétalo a pétalo
se formó tu hermosura,
escamas de cristal te acrecentaron
y en el secreto de la tierra oscura
se redondeó tu vientre de rocío.
Bajo la tierra
fue el milagro
y cuando apareció
su torpe tallo verde,
y nacieron
tus hojas como espadas en el huerto,
la tierra acumuló su poderío
mostrando tu desnuda transparencia,
y como en Afrodita el mar remoto
duplicó la magnolia
levantando sus senos,
la tierra
así te hizo,
cebolla,
clara como un planeta,
y destinada a relucir,
constelación constante,
redonda rosa de agua
sobre
la mesa
de las pobres gentes.
Generosa
deshaces
tu globo de frescura
en la consumación
ferviente de la olla,
y el jirón de cristal
al calor encendido del aceite
se transforma en rizada pluma de oro.
También recordaré cómo fecunda
tu influencia el amor de la ensalada
y parece que el cielo contribuye
dándote fina forma de granizo
a celebrar tu claridad picada
sobre los hemisferios de un tomate.
Pero al alcance
de las manos del pueblo,
regada con aceite,
espolvoreada
con un poco de sal,
matas el hambre
del jornalero en el duro camino.
Estrella de los pobres,
hada madrina
envuelta en delicado papel,
sales del suelo,
eterna, intacta, pura
como semilla de astro,
y al cortarte
el cuchillo en la cocina
sube la única lágrima
sin pena.
Nos hiciste llorar sin afligirnos.
Yo cuanto existes celebré, cebolla,
pero para mí eres
más hermosa que un ave
de plumas cegadoras,
eres para mis ojos
globo celeste, copa de platino,
baile inmóvil
de anémona nevada
y vive la fragancia de la tierra
en tu naturaleza cristalina.”




3. LA ELEGÍA
Concepto: es un canto de dolor en que el hablante lírico expresa un sentimiento fúnebre, o de lamentación.

ELEGÍA POR LA MUERTE DE RAMÓN SIJÉ
(Miguel Hernández, selección)
“Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón rival te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida;
lloro mi desventura y sus conjuntos,
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo”.

4. LA ÉGLOGA
Concepto: es una composición poética pastoril, en la cual el hablante lírico idealiza la naturaleza y la vida en ambientes bucólicos, mientras canta a situaciones amorosas.

ÉGLOGA PRIMERA (fragmento)
Garcilaso de la Vega (español, 1503-1536)
“El dulce lamentar de dos pastores
Salicio juntamente y Nemoroso,
He de contar, sus quejas imitando;
Cuyas ovejas al cantar sabroso
Estaban muy atentas, los amores,
De placer olvidadas escuchando.
Saliendo de las ondas encendido
Rayaba de los montes en altura
El sol, cuando Salicio, recostado
Al pie de un alta haya, en la verdura
Por donde un agua clara con sonido
Atravesaba el fresco y verde prado;
Él con canto acordado
Al rumor que sonaba
Del agua que pasaba,
Se quejaba tan dulce y blandamente
Como si no estuviera de allí ausente
La que de su dolor culpa tenía;
Y así como presente,
Razonando con ella, le decía:

5. EL EPIGRAMA
Concepto: es una composición brevísima en la cual el hablante expresa un sentimiento festivo, generalmente satírico y burlón.


A QUIEN YO SÉ
(J. M. Bartrina)
“Me engañas, y: “¡No has sido tú el primero!”,
dijeron mis amigos,
un tiempo de tus pérfidos engaños
víctimas o testigos.
No sé quién fue el primero, mas el último
sé que será un gusano:
buscará el corazón de tu cadáver
Y ha de buscarlo en vano.”

6. EL SONETO
Concepto: consta de catorce versos endecasílabos (11 sílabas), con rima consonante, divididos en dos cuartetos y dos tercetos.
Es una forma poética procedente de Italia, que fue introducida en las letras españolas por los poetas renacentistas Juan Boscán y Garcilaso de la Vega, quienes tomaron como modelo de soneto el establecido por el poeta italiano Francesco Petrarca. Ha sido muy utilizado a lo largo de todas las épocas, y se le considera la estructura poemática más perfecta y armoniosa. El esquema clásico del soneto petrarquista es el siguiente: ABBA–ABBA–CDC–DCD (dos cuartetos y dos tercetos encadenados).

SONETO
(Lope de Vega)
“Un soneto me manda hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tanto aprieto:
catorce versos dicen que es soneto,
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando:
contad si son catorce: ya está hecho.”



POEMAS DE DISPOSICIÓN GRÁFICA

• Recurso imitativo y plástico, utiliza como técnica la disposición gráfica para crear formas, figuras o frases aludidas en los propios versos.

7. EL ACRÓSTICO
Concepto: Antiguo procedimiento (de moda en el siglo XV) que consiste en el uso de un conjunto de letras que, al ser leídas verticalmente forman una palabra o una frase. La disposición de ellas puede ser al inicio, dentro o al final de cada verso.

• Ejemplo :
“Busco mi rojo anhelo.
Espero que tú me digas
Si me das lo que te pido
O te lo pido de nuevo.” (Caoba)



































8. EL CALIGRAMA
Concepto: Disposición visual de poema que muestra el gusto por la fusión de la literatura y las artes plásticas. Tiene un origen muy antiguo (griego) y fue utilizada con mucha frecuencia por las vanguardias poéticas.

“heme
pues aquí
soy el frondoso
árbol genealógico
de toda poesía vieja o nueva
sea adánica edénica o satánica
algunas de mis hojas caen es cierto
pero esponjan la tierra se hacen abono
mis mejores frutos estallan sobre las cabezas
de quienes se van por las ramas ramoneando
o de quienes dormitan y roncan bajo mi sombra
la verde verdad de mi follaje busca más y más el cielo
por eso mis raíces se hunden en el subsuelo
acepto riegos y podas mis pájaros cantan
me olvido de esos que acuchillan mi corteza
borro sus nombres mientras voy creciendo
me asustan los hacheros que cumplen
órdenes municipales o ministeriales
¿qué daño hago yo a nadie?
A TI QUE MIRAS
TE RUEGO
RESPETAR
Y AMAR
CADA
RAMA
TODA
HOJA
CADA
HOJA
TODO
NUDO
DE MI
TRONCO
Y POR FAVOR
NUNCA ORINES
AQUÍ EN MIS RAÍCES









Listado de figuras literarias a considerar para PSU DE LENGUAJE
           
           
La lista de figuras que se incluye a continuación considera tres fuentes teóricas para sus definiciones, cada una de las cuales ha sido incorporada siguiendo la misma nomenclatura, mediante las letras A), B) y C).
Así, a la letra A) le corresponde la definición aportada por el Diccionario de términos literarios, de Demetrio Estébanez, focalizado en la especialización del discurso literario.
A la definición identificada con la letra B) le corresponde la información recogida del Diccionario de retórica, crítica y terminología literaria de Ángelo Marchese y Joaquín Forradellas, cuyo foco de atención se encuentra en el límite de las disciplinas convocadas por su título; sucintamente, retórica, lingüística y literatura.
A la definición rotulada con la letra C) le corresponde la perspectiva teórica del Diccionario de Lingüística, de Jean Dubois et al., en atención a su delimitación al campo de la lingüística, disciplina que contribuye al estudio de las figuras desde su exploración científica y exhaustiva sobre lenguaje.

Cada definición – además – va acompañada de ejemplos, de modo tal que sea posible ilustrar su descripción teórica con su ocurrencia discursiva directa.
De este modo, esperamos contribuir al esclarecimiento de estas inquietudes en la comunidad educativa nacional, pues sólo en la medida en que se constituyan como prácticas pedagógicas sistemáticas, incidirán en la adecuada resolución de los problemas planteados por la comprensión de lectura, no sólo pensada con fines de selección, sino como competencia lingüística promovida por el actual currículo de Lengua Castellana y Comunicación.

1.      Aliteración

A) “Figura retórica consistente en la reiteración de sonidos idénticos o semejantes a lo largo de uno o varios versos o frases. Con este recurso, intencionalmente buscado (si fuera un hecho casual sería un defecto de estilo), se pretende suscitar determinadas sensaciones en el lector y potenciar los valores expresivos del texto. Los poetas del Renacimiento del Barroco utilizaban dicho recurso, dando a la repetición de ciertos fonemas un valor de imitación de determinados sonidos o de refuerzo de las sensaciones que pretendían provocar. (...) No hay acuerdo entre los críticos sobre el valor y la función que desempeña la aliteración en el lenguaje poético (...). Para los partidarios de la Estilística, comporta un valor significante autónomo que potencia la semántica del texto, mientras que para los formalistas y semiotistas la función de dicha figura sería la de resaltar la presencia de determinadas palabras en el texto, o, a lo sumo, <<establecer nexos complementarios entre las palabras, introduciendo en la organización semántica del texto composiciones menos claramente expresadas o generalmente ausentes en la lengua natural>> (Lotman, 1978). (...) Frente a estas oposiciones, parece razonable la opinión de  quienes, aceptando que no se puede atribuir a las figuras fónicas capacidad de producción de sentido (ya que son las palabras las portadoras, fundamentalmente, del significado),creen que éste puede corroborarse y <<propagarse, en virtud de asociaciones lingüísticas o sinestésicas en que coinciden los hablantes de grupos culturalmente homogéneos, a determinadas combinaciones fónicas, de suyo insignificantes, las cuales suman tal significado a la del componente léxico, de igual modo que una pantalla puede devolver concentrada la luz de la lámpara que la aloja>> (Lázaro Carreter, 1990) (...) La aliteración, pues, no funda el sentido de un texto, pero sí puede, en ocasiones, potenciar y resaltar dicho sentido cuando el poeta se sirve, perceptiblemente, de ciertas reiteraciones o combinaciones de fonemas para sugerir la correspondencia entre estos sonidos y el significado del texto. En estos casos se acerca a la onomatopeya”. (Estébanez, 1996:26-27).
B) “Es una figura retórica de tipo morfológico que consiste en la reiteración de sonidos semejantes – con frecuencia consonánticos, alguna vez silábicos – al comienzo de dos o más palabras o en el interior de ellas. La aliteración constituye uno de los artificios más importantes para la construcción de versos en las lenguas de tipo germánico. (...) El efecto de paralelismo fónico que se deriva de la aliteración puede tener efectos sobre el significado, bien por reproducción alusiva de un sonido (...), bien por subrayar la relaciones entre las palabras. No es infrecuente el uso de diversas aliteraciones que se entrecruzan o se oponen para lograr efectos de musicalidad (...)”. (Marchese y Forradellas, 1989:21).
C) “(...) es la repetición de un sonido o grupo de sonidos al comienzo de varias sílabas o varias palabras de un mismo enunciado. La aliteración se utiliza como procedimiento estilístico en la prosa poética o en poesía; permite a veces, en algunas poesías antiguas, reconstruir una pronunciación que había desaparecido cuando se transcribió el texto y que, por tanto, no se había podido registrar”. (Dubois, 1998:34).
Ejemplos:
“En el silencio sólo se escuchaba
un susurro de abejas que sonaba”
(Garcilaso)
“En mi duermevela matinal me malhumora
Una endiablada chillería de chiquillos”
(Juan Ramón Jiménez)
“Susurran, cuchichean, murmuran;
ya se oyen los claros clarines”
(Rubén Darío)

2. Anáfora
A) “Término griego (ana – phora: repetición) con el que se denomina una figura retórica consistente en la reiteración de una o más palabras al comienzo de una frase o verso, o al inicio de varias frases o versos integrantes de un período o de una estrofa o poema. La anáfora es una forma de recurrencia, peculiar del lenguaje poético, que contribuye a resaltar, en el conjunto del texto, el valor expresivo y evocador de la palabra o palabras reiteradas. Esta figura es un recurso frecuentemente utilizado en las cantinelas, en los estribillos infantiles, en las invocaciones y súplicas. También se considera anáfora la repetición, por medio de un pronombre, de un elemento expresado anteriormente”. (Estébanez, 1996:35).
B) “Es una figura que consiste en la repetición de una o más palabras al  principio de versos o enunciados sucesivos, subrayando enfáticamente el elemento iterado. (...) En la lingüística textual es un procedimiento sintáctico, emparentado con la deixis que consiste en repetir, por ejemplo, mediante un pronombre, un elemento expresado anteriormente; así pues, la anáfora es uno de los medios que sirven para dar coherencia sintáctica al discurso. En la frase: Vi a Julio y lo llamé para decirle que acudiese a la fiesta, los elementos lo y le son anafóricos, en cuanto que se remiten hacia atrás para representar al antecedente Julio”. (Marchese y Forradellas, 1989:25).
C) “(...) es la repetición de una palabra (o de un grupo de palabras) al comienzo enunciados sucesivos, con la finalidad de destacar el término así repetido. (...) En gramática, la anáfora es un proceso sintáctico que consiste en que un segmento, en general un pronombre, recoja a otro segmento del enunciado,por ejemplo un sintagma nominal anterior”. (Dubois, 1998:39).
Ejemplos:
“Helo, helo por do viene
el infante vengador”
(Romancero)
“Ha debido pasar mucho tiempo
Ha debido pasar el tiempo lento, lento, minutos, siglos eras
Ha debido pasar toda la pena del mundo, como un tiempo lentísimo”.
(Dámaso Alonso)

“Mi brazo que con respeto toda España admira Mi brazo que tantas veces ha salvado a este imperio” (Corneille, El Cid)

3. Antítesis
A) “Es una contraposición de dos palabras o frases de significación opuesta, que adquieren así mayor expresividad y viveza. Este contraste ocurre, a veces, oponiendo dos palabras antónimas o frases enteras. A diferencia del oxímoron y de la paradoja, la oposición semántica no llega aquí a la contradicción. Por este enfrentamiento, una estrofa o todo un poema, puede quedar como escindido en dos campos opuestos, cuya  tensión produce un ritmo poético singular y una claridad y belleza inesperadas (...)”. (Estébanez, 1996:44).
B) “Figura de carácter lógico que consiste en la contraposición de dos palabras o frases de sentido opuesto (procedimiento de antonimia: blanco / negro, caliente / frío, bueno / malo). La contraposición puede surgir por medio de formas negativas (...) Pero caben también otras fórmulas que hagan oponer en el lector términos que semánticamente no lo están en la lengua (“A batallas de amor, campos de pluma”) (...)”. (Marchese y Forradellas, 1989:29-30).
C) “(...) es un modo de expresión que consiste en oponer en el mismo
enunciado dos palabras, o grupos de palabras, de sentido opuesto”. (Dubois, 1998:48).
Ejemplos:
“Conozco lo mejor, pero lo apruebo”
“Que muero porque no muero...”
“Beber veneno por licor suave...”
(Lope de Vega)

“y subido a la cumbre, quiere bajar”
(Corneille, Cinna)

4. Comparación
A) “Figura retórica que consiste en relacionar dos términos entre sí por la semejanza o analogía que presentan las realidades designadas por ellos. Esa relación se establece, generalmente, por medio de partículas o nexos comparativos: como, así, tal, igual que, tan, semejante a, lo mismo que...
En toda comparación hay siempre dos términos: uno alude a la realidad de la que se está hablando, y el otro (denominado imagen) designa aquello con lo que se la compara. (...) La comparación es un recurso expresivo frecuente en el uso ordinario de la lengua, y lo es mucho más en el lenguaje literario, ya que está presente en el símil, la metáfora, la alegoría, etc. Tradicionalmente se ha venido considerando la metáfora como una comparación de la que se ha suprimido el término A, o mejor: la metáfora habría identificado o fundido ambos términos en uno. Con sólo suprimir el primer término, aquélla se convertiría en metáfora. Esto ocurre ya en el lenguaje coloquial: la comparación ser listo como un zorro, se reduciría a la metáfora ser un zorro.
(...) La comparación es, por otra parte, un procedimiento expresivo fundamental en el lenguaje poético de cualquier literatura, época o  género. Su presencia es especialmente notoria en las diversas formas de descripción, de espacios, ambientes, personajes, sentimientos. Finalmente, las relaciones de semejanza o analogía establecidas en la comparación son más claramente perceptibles en la literatura clásica, y, en general, en los movimientos o escuelas anteriores a las Vanguardias del siglo XX. En la poesía contemporánea dichas relaciones aparecen menos nítidas y, en muchos casos, se limitan a una fugaz tangencia en algún punto de contacto”. (Estébanez, 1996:195).
B) “(...) también llamada símil, es una figura retórica que establece una relación entre dos términos en virtud de una analogía entre ellos. Se marca bien por la presencia de una correlación gramatical comparativa (como ... así), bien por la unión entre los dos miembros por un morfema que la establezca (como, más que, parece... etc.)”. (Marchese y Forradellas, 1989:66-67).
C) “La Retórica distingue la comparación de la metáfora mediante un rasgo formal: la comparación, o equiparación de dos sentidos, siempre está introducida por como o un sinónimo: de la misma manera que, etc; además, el término que se compara y aquel al que se compara están igualmente presentes: así en Un hombre redondo como un tonel. En la metáfora, la falta unidades introductorias de la comparación conlleva la sustitución del término original por el término al que se le compara (...)”. (Dubois, 1998:116).

Ejemplos:
“Como perro olvidado que no tiene
Huella ni olfato y yerra

Por los caminos, sin camino, como
El niño que en la noche de una fiesta
Se pierde entre el gentío”
(Antonio Machado)

Término A (real) Término B (imagen)
“La juventud es como la primavera de la vida...”
“Corren los días, como agua de río”
“Y yo siempre dura como un alcornoque”

5. Epíteto
A) “Término de origen griego (epitheton: sobrepuesto, añadido) con el que se designa el adjetivo explicativo que expresa una cualidad del sustantivo. <<Es epíteto todo adjetivo morfológicamente tal que acompaña inmediata o mediatamente a un sustantivo sin intermedio de cópula, para expresar una cualidad propia o accidental del mismo sin necesidad lógica de expresarla>> (Soberano, 1970).
            Un rasgo esencial del epíteto es precisamente el no ser necesario para el conocimiento del objeto al que califica. Sin embargo, la manera de utilizarlo indica la capacidad de observación y expresión del hablante, su visión imaginativa y afectiva de la realidad, y ciertas peculiaridades de su personalidad. Cuando el escritor emplea un tipo de adjetivación al describir un objeto, es para destacar ciertos aspectos o cualidades del mismo, que en un determinado contexto, le resultan de mayor interés por sus connotaciones expresivas o estéticas (...). En el uso de la adjetivación y, en concreto, del epíteto (recurso ornamental), es donde se descubre uno de los rasgos más característicos del estilo del escritor. De la originalidad en la elección del adjetivo, y de la posición que se le asigne (aunque generalmente va antepuesto, puede también ir pospuesto, en función del dinamismo expresivo y del ritmo melódico de la frase) dependen la calidad plástica de las descripciones y la musicalidad interna del texto (...)”. (Estébanez, 1996:347-348).
B) “La retórica clásica emplea este término para designar a un tipo especial de calificativo que destaca una cualidad contenida implícitamente en el sustantivo. Este adjetivo se utilizaba, sobre todo, para contribuir al ornatos estilístico del enunciado. El epíteto, en español, suele preceder al nombre; esto hace que la posición del adjetivo sea estilísticamente muy significativa en nuestra lengua: un adjetivo antepuesto será entendido por el oyente como si fuera, semánticamente, epíteto (...), y a la inversa, un epíteto semántico pospuesto se analizará como adjetivo necesario (...)”. (Marchese y Forradellas, 1989:136).
C) “En la terminología tradicional de la gramática castellana, epíteto designa al adjetivo que se añade al sustantivo para designar o subrayar una cualidad inherente a éste – de ahí su frecuente empleo en la lengua literaria – sin modificar su comprensión o extensión: la blanca nieve, etc. Se opone al adjetivo especificativo que delimita, al añadirle una característica peculiar, a un grupo dentro de los seres designados por el sustantivo (...)”. (Dubois, 1998:229).

Ejemplos:
“Calvas sierras”
“Ariscos pedregales”
“Oscuros encinares”
(Antonio Machado)

“Allí hay barrancos hondos
de pinos verdes donde el viento canta”
(Antonio Machado)

6. Hipérbaton
A) “Es un procedimiento expresivo que afecta al nivel sintáctico, alterando el orden de las palabras (ruptura de sintagmas (...) tanto en prosa, como, sobre todo, en verso) Con el hipérbaton se cambia también el orden lógico en la comunicación de las ideas”. (Estébanez, 1996:507).
B) “Figura sintáctica que consiste en la inversión de algunos elementos respecto al orden que normalmente presentan en la frase (...). Generalizando, el hipérbaton consiste en separar los elementos que constituyen un sintagma, intercalando otros que determinan una estructura irregular de la frase (irregular, bien entendido, con relación a un orden que se considera usual)”. (Marchese y Forradellas, 1989:198).
C) “El hipérbaton es una figura de retórica que consiste en invertir el orden habitual de las palabras”. (Dubois, 1998:330).
Ejemplos:
“Del salón en el ángulo oscuro”
(Bécquer)



“El dulce lamentar de dos pastores,
Salicio juntamente y Nemoroso,
he de cantar, sus quejas imitando;
cuyas ovejas al cantar sabroso
estaban muy atentas, los amores,
de pacer olvidadas escuchando...”
(Garcilaso de la Vega)

“A la moderna volviéndome rueda”.
(Juan de Mena)

7. Hipérbole
A) “Figura retórica consistente en ofrecer una visión desproporcionada de una realidad, amplificándola o disminuyéndola. La hipérbole se concreta en el en el uso de términos enfáticos y expresiones exageradas. Este procedimiento es utilizado con frecuencia en el lenguaje coloquial y en la propaganda. En esta última se produce una comunicación encomiástica desmesurada con el fin de provocar la adhesión a su mensaje, en el que todo se revela como excepcional, extraordinario, colosal, fantástico, etc.”. (Estébanez, 1996:507).
B) “Figura lógica que consiste en emplear palabras exageradas para expresar una idea que está más allá de los límites de la verosimilitud. Es bastante corriente en el habla cotidiana (...). La exageración puede ser por exceso (...) o por defecto (...). En general, se puede decir que la hipérbole tiene un significado enfático, y de aquí el uso – y aun abuso – que de ella se hizo en el Barroco. (...) Frecuentemente la hipérbole adquiere un sentido cómico, que patentiza la desproporción entre las palabras y la realidad (...) o la distanciación irónica con que el autor describe algunos hechos (...)”. (Marchese y Forradellas, 1989:198).
C) “La hipérbole es una figura de retórica que consiste en poner de relieve una idea, mediante el empleo de una expresión que sobrepasa la realidad; ejemplo, un gigante por un hombre alto, un pigmeo por un hombre bajo”.
(Dubois, 1998:330).

Ejemplos:
“La arena se tornó sangriento lago,
la llanura con muertos, aspereza”.
(Herrera)


“Yo soy, villanos,
el asombro del orbe,
que come vidas y amenazas sorbe”
(Lope de Vega)

8. Ironía
A) “Es un procedimiento ingenioso por el que se afirma o se sugiere lo contrario de lo que se dice con las palabras, de forma que puede quedar claro el verdadero sentido de lo que pensamos o sentimos. (...) El receptor del mensaje irónico se ha de atener, pues, al contexto y a las claves en que se transmite dicho mensaje para poder discernir adecuadamente su sentido”. (Estébanez, 1996:574).
B) “(...) consiste en decir algo de tal manera que se entienda o se continúe de forma distinta a la que las palabras primeras parecen indicar: el lector, por tanto, debe efectuar una manipulación semántica que le permita descifrar correctamente el mensaje, ayudado bien por el contexto, bien por una peculiar entonación del discurso. (...) La ironía presupone siempre en el destinatario la capacidad de comprender la desviación entre el nivel superficial y el nivel profundo de un enunciado. Particularmente importante es el uso de la ironía en el relato, cuando la superioridad del conocimiento del autor y del lector con relación a los personajes y a los acontecimientos en los que se ven mezclados permite disfrutar los subrayados irónicos escondidos entre los pliegues del discurso, los dobles sentidos, los equívocos o malentendidos. Una obra maestra de narración irónica es la carta del tío de Pablos a su sobrino, contándole como ha ahorcado a su padre: el lector conoce perfectamente la condición de los personajes – verdugo, ladrón, bruja – que se articulan en el texto, así como el concepto de honra defendido y expresado por el autor de la epístola”. (Marchese y Forradellas, 1989:221) (4).

9. Metáfora
A) “Es un procedimiento lingüístico y literario consistente en designar una realidad con el nombre de otra con la que mantiene alguna relación de semejanza. (...) Desde la retórica grecolatina (...) se viene considerando la metáfora como una comparación implícita, fundada sobre el principio de la analogía entre dos realidades, diferentes en algunos aspectos y semejantes en otros. En toda comparación hay un término real, que sirve de punto de partida, y un término evocado al que se designa generalmente como imagen. Así, en las siguientes comparaciones, “el agua es como un cristal”, “la boca es como una fresa”, “los pájaros son como cítaras de pluma”, el término real sería “agua”, “boca” y “pájaros”, y la imagen: cristal, fresa y cítaras de pluma. Según la retórica tradicional, todas estas comparaciones se convertirían en metáforas con sólo suprimir el nexo comparativo (“como”) y asociar dicho término real al de la imagen correspondiente. De hecho, todos estos términos de imágenes han sido utilizados como metáforas por algunos poetas (“Corrientes aguas, puras cristalinas” – Garcilaso de la Vega; “Sus suspiros se escapan de su boca de fresa” – Rubén Darío; “Cítaras de pluma” – Góngora).
El fundamento de esas metáforas radicaría, pues, en la semejanza o analogía entre la realidad significada por el término real y la de la imagen evocada, es decir, entre el agua y el cristal (la transparencia), la boca y la fresa (cromatismo rojo), las cítaras y los pájaros (el sonido musical). Partiendo de esta similitud, la retórica contemporánea, a la hora de explicar los mecanismos lingüísticos que están en la base de la construcción metafórica, centra su interés, más que en el aspecto comparativo, en el hecho previo de la semejanza, en virtud de la cual se hablaría de una comparación implícita en la retórica tradicional. En este sentido, los estudios de Jakobson sobre la afasia en el lenguaje infantil han puesto de relieve que no es en sus orígenes un tropo literario, sino un fenómeno estrictamente lingüístico que afecta la vía de conocimiento y designación de las cosas por relaciones de semejanza. Según esto, la metáfora consistiría, no en un proceso de comparación, sino de transposición, traslación o desplazamiento de significado de un término a otro por la semejanza existente entre la realidad designada por ambos términos (...) En el lenguaje coloquial es frecuente el uso de este tipo de metáforas: “es un lince”, “una ardilla”, “un zorro”, “un basilisco”. Desde el punto de vista del léxico, existe una serie de metáforas utilizadas en el lenguaje ordinario que presentan una forma cristalizada: bocamanga, brazo de mar, valle de lágrimas, fondo de la cuestión, pata de gallo. A este tipo de expresiones se las denomina metáforas lexicalizadas. (...) Finalmente, en el plano psicológico, la metáfora ha sido objeto de estudio por parte del iniciador del psicoanálisis, Sigmund Freud, quien ha creído encontrar en el procedimiento traslaticio de significado, propio de este tropo literario, un modelo para analizar el mecanismo de los sueños. Según Freud, en los sueños, como en la metáfora, se producen fenómenos de transposición, sustitución y condensación de significados: el término oculto sugiere una presencia latente de sentido que es preciso interpretar. En la misma línea, Lacan analiza el fenómeno de la condensación de los sueños como una metáfora en la que se comunica por parte del sujeto un sentido rechazado por el deseo”. (Estébanez, 1996:661-664).
B) “(...) ha sido considerada como una comparación abreviada. Por ejemplo, Aquiles es un león se deriva de Aquiles combate como un león; Tizio es un zorro es la condensación de Tizio es astuto como un zorro. La metáfora designa un objeto mediante otro que tiene con el primero una relación de semejanza. Cuando decimos cabellos de oro queremos expresar cabellos rubios como el oro. Los estudios modernos de retórica han abandonado la definición de la metáfora como comparación abreviada y se han propuesto incidir en la génesis lingüística de la traslación. (...) En cabellos de oro la metáfora de oro no indica, como es obvio, un referente, sino un significado traslaticio, es decir, distinto del literal. (...) En la metáfora, el mecanismo de desplazamiento semántico puede producirse a través de un término intermedio que tiene propiedades inherentes que son comunes a los dos términos que hacen de punto de partida y punto de llegada de la metáfora (X e Y). Por ejemplo, la metáfora la boca de la cueva reposa sobre la traslación entrada .. boca (respectivamente, X e Y) que se hace posible por el término intermedio abertura, ingreso, que es común tanto al llamado vehículo de la metáfora (X), como al tenor (Y). Esquematizando:
Aristóteles (...) dice que entre la vejez y la vida existe la misma relación que entre la tarde y el día: “el poeta dirá pues, de la tarde, como hace  Empédocles, que es la vejez del día, de la vejez que es la tarde de la vida o el crepúsculo de la vida”. (...) Aquí bajo la opción paradigmática vejez – tarde subyace una relación analógica estructurable en un esquema que explica el “mecanismo sublingüístico” (Henry) que actúa a nivel profundo:
X entrada Y boca P abertura

vejez tarde
------ = ------
vida día
De los enunciados
1. la vejez es el fin de la vida
2. la tarde es el fin del día deriva la analogía desarrollada
3. la vejez es el fin de la vida como la tarde es el fin del día y la metáfora
4. la vejez es la tarde de la vida.

La equiparación vida – día comporta la equiparación vejez – tarde y la posibilidad de la transferencia semántica por la eliminación del término común a los dos enunciados profundos.
<<En la metáfora – sostiene Henry – el intelecto solapa los campos semánticos de dos términos que pertenecen a campos asociativos distintos (e incluso, en muchas ocasiones, bastante alejados el uno del otro), finge ignorar que hay un solo rasgo común (rara vez hay más), y efectúa la sustitución de los términos>>. (...) Así en cabellos de oro tenemos dos campos sémicos – los relativos a cabello y a oro – con rasgos, componentes o semas bastante distintos, excepto uno – el color –, que puede permitir el desplazamiento semántico:
oro: color “amarillo” (y no “blanco”)
cabellos: color “rubio” (y no “negro”, “castaño”, etc.).

El rasgo común amarillo-rubio permite la formación de la metáfora:
La metáfora puede estar expresada en varias formas gramaticales  (fundamentalmente, en nombres, verbos, adjetivos) (...) La metáfora es, en sustancia, un caso de anomalía semántica que, según la gramática generativa, procede de la violación de determinadas reglas de selección que organizan la combinación de lexemas”. (Marchese y Forradellas, 1989:256-260). cabellos oro amarillo rubio

C) “En gramática tradicional, la metáfora consiste en el empleo de una palabra concreta para expresar una noción abstracta, sin elemento que introduzca formalmente una comparación; por extensión, la metáfora es todo empleo de un término en sustitución de otro con el que se asimila tras la supresión de las palabras que introducen la comparación (como, por ejemplo): en un principio arde de amor contenía una metáfora del primer tipo, y esta mujer es una perla una del segundo”. (Dubois, 1998:422).

10. Onomatopeya
A) “Término de origen griego (onomato-poiia: formación del nombre) con el que se alude a un fenómeno lingüístico y figura retórica que consisten en el hecho de que los componentes fónicos de una palabra imitan, sugieren o reproducen acústicamente la realidad significada por ella. A través de este procedimiento han surgido diversos vocablos que presentan una evidente configuración onomatopéyica: clueca, zumbido, susurro, murmullo, tantán, tictac, zigzag, etc. La onomatopeya forma parte de un tipo de recursos expresivos (aliteraciones, recurrencias fónicas, armonía imitativa) con que los poetas dan vida a unas virtualidades de comunicación basadas en el juego de sonidos miméticos y sugerentes, que potencian la capacidad comunicativa de un texto o se convierten en mensajes autónomos carentes de contenido conceptual.
(...)”. (Estébanez, 1996:780).
B) “(...) signo creado para imitar un ruido o un sonido natural: tictac reproduce el reloj, tilín-tilán la campana, quiquiriquí el gallo. Dubois diferencia entre imitación no lingüística (por ejemplo, la reproducción de la voz de un animal hecha por un imitador, de la onomatopeya, que es un conjunto de fonemas que forman parte de un sistema fonológico determinado y que ocasionalmente se pueden transcribir en grafemas). La onomatopeya puede llegar a ser un elemento funcional del enunciado (...)”. (Marchese y Forradellas, 1989:302).
C) “Se llama onomatopeya a una unidad léxica creada por imitación de un ruido natural: el tic-tac, que intenta reproducir el sonido del despertador o el quiquiriquí, que imita el canto del gallo, son onomatopeyas. Se distingue la imitación no lingüística (reproducción, a veces perfecta, por un imitador, del canto del gallo) y la onomatopeya. Esta se integra en el sistema fonológico de la lengua considerada: todos los fonemas del quiquiriquí, tictac, guau-guau, etc., son españoles, aunque su combinación difiere un poco de las combinaciones más frecuentes de la lengua. Además, la onomatopeya constituye una unidad lingüística susceptible de funcionar en la lengua y dotada de un sistema de distribución y de marcas: podremos decir quiquiriquíes, un guau-guau agresivo, etc. Eventualmente, puede ser posible crear derivados a partir de ellas: un neologismo quiquiriquear podrá recibir cómodamente una interpretación semántica (...)”. (Dubois, 1998:454).

Ejemplos:
“En la tristeza del hogar golpea
El tictac del reloj. Todos callamos”
(Antonio Machado)

“¡Tan!, ¡tan! ¡tan! Canta el martillo.
El garrote alzando está”.
(Ramón del valle Inclán)

       
11. Perífrasis

A) “Término griego (peri-phrasis: decir con un rodeo, circunlocución) con el cual se denomina una figura retórica o recurso expresivo consistente en aludir a una realidad no con el término preciso, sino sustituyéndolo con una frase: por ejemplo, el que suscribe, el manco de Lepanto, el séptimo arte, etc. El uso de la perífrasis es muy frecuente en la comunicación ordinaria, y se produce por diversos motivos y circunstancias, por ejemplo, cuando se trata de eludir situaciones problemáticas o desagradables desde el punto de vista personal o social (...), para insinuar veladamente un determinado mensaje, para crear una ambigüedad intencionadamente buscada, o, por el contrario, para aclarar un concepto o un mensaje intrincado, etc. De acuerdo con estas circunstancias y otras posibles, surgen diversos tipos de perífrasis. En primer lugar, por necesidades expresivas se producen las perífrasis definitorias y las gramaticales. La definitoria cumple la función de aclarar o explicitar el significado del léxico, enunciando propiedades, síntomas y manifestaciones de la realidad designada por la palabra en cuestión: por ejemplo, proceso inflamatorio de las amígdalas (amigdalitis). La perífrasis gramatical se produce en las siguientes categorías: verbal (no he hecho más que llegar: ha llegado),nominal (la musa de la Historia: Clío), adjetival (tonto de capirote), adverbial (a la chita callando: inadvertidamente), de preposición (a través de la ventana: por), de conjunción (en el caso de que venga, me llamas: si viene). Se denomina perífrasis eufemística a la que ocurre cuando, por exigencias de ciertas normas de cortesía, pudor u otras formas de inhibición, así como por el deseo de no herir la sensibilidad del oyente, se evita una palabra considerada tabú y se usa una circunlocución; por ejemplo, expresiones como estado de embriaguez, la tercera edad, donde la espalda pierde su honesto nombre, mujer de vida ligera, pasó a mejor vida, etc., son perífrasis sustitutorias y atenuantes de una realidad que no se desea expresar con su verdadero nombre: borrachera, vejez, trasero, prostituta y muerte, respectivamente. Finalmente, hay un tipo de circunlocución expresamente creada con fines estéticos para realzar o sublimar una realidad, positiva o negativa, mediante un proceso metafórico, metonímico, etc.: es la perífrasis que podría denominarse poética o literaria (...)”. (Estébanez, 1996:820).
B) “Es una figura que consiste en indicar una persona o una cosa indirectamente, mediante un rodeo de palabras (...) A la perífrasis se le llama también circunlocución, aunque algunos autores quieren distinguir entre los dos términos; Morier piensa que por la circunlocución se evitaría un punto delicado, eludiendo alguna dificultad; la perífrasis se usaría para evitar una expresión vulgar o como adorno estilístico; la distinción no parece demasiado posible. Se podría, por el contrario, considerar como una variante perifrástica, particularmente eficaz, el discurso ambiguo, dudoso, alusivo, con largos rodeos, con el que se deja entender al interlocutor un hecho, un juicio. (...)”. (Marchese y Forradellas, 1989:314-315).
C) “(...) es una figura de retórica que consiste en sustituir el término propio y único por una serie de palabras, por una locución, que lo define o parafrasea. (...) En principio, la perífrasis pertenece a la sintaxis, mientras que la locución (verbal, adjetiva, nominal) pertenece al léxico. (...) Es preciso distinguir las perífrasis gramaticales, que responden a las tendencias analíticas de las lenguas, y las perífrasis poéticas o estilísticas por las que un escritor principalmente puede sustituir la designación simple de una noción por una serie de palabras que expresan las principales características de esta noción: por ejemplo, el gran azul (= el mar), los que viven de sus manos (= los artesanos), etc. (...) Pese a que los llamados tiempos compuestos de la conjugación presentan un carácter perifrástico, es frecuente reservar en castellano la denominación de perífrasis verbal para las restantes combinaciones sintácticas de un auxiliar o semiauxiliar, más o menos gramaticalizado, con un infinitivo, gerundio o participio para indicar valores temporales, modales o aspectuales: voy a empezar a leer; tienes que terminarlo antes de las dos; anda pensando en marcharse, etc.”. (Dubois, 1998:477-478).
Ejemplos:
“Era del año la estación florida” (= la primavera)
(Góngora)

“Ese gran sol amarillo de peces aplastados” (= barril de sardinas)
(Lorca)


12. Personificación
A) “Atribución de cualidades o comportamientos humanos a seres inanimados o abstractos, como ocurre en las fábulas, cuentos maravillosos y alegorías. En los autosacramentales aparecen ejemplos de personificación alegórica: la culpa, la sabiduría, la gracia, etc. También se aplica el término al hecho de representar una cualidad, virtud o vicio a partir de determinados rasgos de una personalidad que se convierte en prototipo. Así, por ejemplo, el don Juan es la personificación del seductor, Celestina lo es de la alcahueta y Medianera de relaciones amorosas”. (Estébanez, 1996:832).
B) “La personificación consiste en atribuir a un ser inanimado o abstracto cualidades típicas de los seres humanos. Si el ser personificado se convierte en emisor del mensaje se produce la prosopopeya; si en destinatario, el apóstrofe. La personificación puede confundirse con la antonomasia en los casos de mitologismo, es decir, cuando se sustituye el objeto por un dios con el que se considera ligado: ejemplo: y ya siente el bramido / de Marte (Fray Luis de León)”. (Marchese y Forradellas, 1989:318).
C) “(...) es una figura de retórica que consiste en hacer de un ser inanimado o de un ser abstracto, puramente ideal, una persona real, dotada de sentimientos y de vida. Ejemplo: Argos os tiende los brazos, y Esparta os llama (Racine, Fedra), es una personificación por metonimia (...)”. (Dubois, 1998:478).

13. Pleonasmo
A) “Término de origen griego (pleonasmos: redundancia) con el que se designa una figura retórica que consiste en la utilización (o repetición) de palabras innecesarias para la comprensión del mensaje, pero que en un determinado contexto pueden aportar un valor expresivo y estético. El pleonasmo es un recurso frecuentemente utilizado en el habla coloquial para dar más fuerza y emotividad a la comunicación: Yo mismo se lo había advertido; Lo vi con mis propios ojos. Muchas veces, su empleo obedece a una falta de reflexión o a desconocimiento del sentido de las palabras reiteradas. Cuando la redundancia es fruto de un uso inadecuado e incorrecto del lenguaje se produce una forma viciosa de esa figura, que en ese caso, se denomina perisología (del griego perisso-logía: locución superflua), y tautología (de toauto logos: decir lo mismo), cuando en una proposición el predicado repite la misma idea del sujeto: la vida es la vida... Por el contrario, el pleonasmo puede utilizarse como un recurso intencionadamente buscado para crear un mayor dinamismo comunicativo y de intensificación y plenitud de sentidos.
                

Ejemplos: ...de mi bien a mí mismo voy tomado estrecha cuenta (Garcilaso);
...y vano cuanto piensa el pensamiento (Lope de Vega)

; pues la muerte te
daré / porque no sepas que sé / que sabes flaquezas mías
(Calderón de La Barca);

 temprano madrugó la madrugada / temprano está rodando por el
suelo (Miguel Hernández) (...)”. (Estébanez, 1996:847).

B) “Expresión redundante que, estilísticamente, puede servir para subrayar una expresión o evitar un ruido en la comunicación. (...) El pleonasmo funciona en ciertas expresiones fijas de los Cantares de Gesta: De los sos ojos tan fuerte mientre llorando, De las sus bocas todos dizían una razón”. (Marchese y Forradellas, 1989:320).
C) “Se dice que una serie de palabras es pleonástica cuando los elementos de expresión son más numerosos que los que exige la expresión de un contenido determinado: nadar por el agua es un pleonasmo (...)”. (Dubois, 1998:483).

Ejemplos:
“Yo lo he visto con estos ojos que se han de comer la tierra”
(Camilo José Cela)

14. Sinécdoque

A) “Recurso expresivo que implica una traslación de significado de un término a otro, en virtud de sus relaciones de contigüidad. Es, pues, un tropo de carácter semántico, lo mismo que la metáfora (que se basa en relaciones de semejanza) y que la metonimia, fundada, igualmente, en relaciones de contigüidad de tipo causal, espacial o de tiempo, mientras que la sinécdoque lo es de integración cuantitativa: relaciones de un conjunto con sus partes y viceversa. En los actuales estudios de retórica y semántica se subraya la dificultad de distinguir sinécdoque y metonimia, ya que ambos se fundan en el mismo procedimiento: la posibilidad de sustituir un término por otro, basándose en sus relaciones de contigüidad. Por ello, algunos autores consideran la sinécdoque como una metonimia (Dubois, Le Guern). Se distinguen varios tipos de sinécdoque:
A.1) La que se produce cuando se designa la parte para representar el todo:
Veinte abriles (años); Treinta velas (naves).
A.2) El todo por la parte: La universidad está revolucionada (los estudiantes).
A.3) El continente para designar al contenido: Tomaron unas copas (licor).
A.4) El objeto por la materia de la que está hecho: Menea fulminando el hierro insano (espada).
A.5) Cuando se utiliza un singular para referirse a una realidad plural y viceversa: El niño es un ser indefenso; La época de los Velásquez y los Lope.
A.6) Cuando se emplea un número determinado para indicar otro indeterminado: Ya se ha repetido mil veces (muchas veces).
A.7) Empleo de un término abstracto para designar una realidad concreta: La juventud impone la moda (los jóvenes); La ignorancia es atrevida (los ignorantes).
A.8) Cuando se alude a la especie a través del género o viceversa: El animal embistió con furia (el toro); No tiene una peseta (dinero).
A.9) Cuando se utiliza un término de significado más amplio para designar a otro de contenido más restringido: El personal de la fábrica está en huelga (es de suponer que los directivos no estén en huelga y, sin embargo, también forman parte del “personal”)”. (Estébanez, 1996:996 - 997).


B) “(...) es una figura semántica que consiste en la transferencia de significado de una palabra a otra, apoyándose en una relación de contigüidad. Pero mientras que en la metonimia la contigüidad es de tipo espacial, temporal o causal, en la sinécdoque la relación es de inclusión, es decir, que uno de sus miembros es de mayor o menor extensión (o forma parte del conjunto implícito). La sinécdoque, por lo tanto, representa:
B.1) la parte por el todo: vela por nave, fuegos por casas, cabezas por animales;
B.2) el todo por la parte: la ciudad (= los habitantes) se amotinó;
B.3) la palabra de significado más amplio por la de significado restringido: trabajador por obrero, felino por tigre;
B.4) el género por la especie: noble bruto por caballo;
B.5) la especie por el género: no sabe ganarse el pan (= comida);
B.6) el singular por el plural: el inglés es flemático, el español colérico;
B.7) el plural por el singular: los oros de las Indias;
B.8) la materia por el objeto: fiel acero toledano (= espada);
B.9) lo abstracto por lo concreto: la juventud (= los jóvenes) es rebelde; las tropas no respetaron sexo (= mujeres), ni edad (= viejos y niños)”. (Marchese y Forradellas, 1989:383).

C) “Cuando un locutor, intencionadamente, en general por razones literarias, o una comunidad lingüística, inconscientemente, asignan a una palabra un contenido más amplio del que corrientemente presenta, se produce una sinécdoque: vela por barco (la parte por el todo), el cerdo por la especie porcina (lo particular por lo general). También se produce una sinécdoque cuando mediante un proceso inverso se toma el todo por una parte (España por el equipo español)”. (Dubois, 1998:570).




15. Sinestesia

A) “Procedimiento que consiste en una transposición de sensaciones, es decir, en la atribución de una sensación a un sentido que no le corresponde. Aunque esta figura era ya utilizada en la literatura grecolatina, su mayor auge lo adquiere en el Barroco y en el Simbolismo. (...) La sinestesia es una figura relacionada con la metáfora y frecuentemente vinculada a ella”.
(Estébanez, 1996:997).

B) “Es una figura emparentada con la enálage y con la metáfora que consiste en la asociación de elementos que provienen de diferentes dominios sensoriales. Las sinestesias son conocidas y se usan desde la antigüedad (...)”. (Marchese y Forradellas, 1989:385).

Ejemplos:
“¡Salve al celeste sol sonoro!”
“Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte”
(García Lorca)

“Si mis párpados, Lisi, labios fueran
Besos fueran los rayos visuales
De mis ojos...”
(Quevedo)


MOVIMIENTOS LITERARIOS EN EL GÉNERO LÍRICO

Movimiento literario es una definición programática que agrupa a escritores con semejante
concepción del arte y del mundo, lo que les otorga cierta unidad estilística en un determinado
período histórico. Los movimientos literarios coinciden con movimientos culturales globales.

I. EDAD MEDIA
Se extiende desde el siglo V hasta el XV. Se subdivide en Alta Edad Media (s. V al XI), etapa
inicial vinculada sobre todo al afianzamiento de la lengua castellana, y Baja Edad Media (s. XII
al XV), lapso de creación literaria más rico y consolidado. Dentro de este período tenemos:

1. Poesía lírica:
• Es más relevante la expresión de la emotividad del emisor que el relato de hechos.
• Las jarchas son la muestra más antigua de la lírica popular española (s. XI). Consisten
en breves cancioncillas mozárabes: mezcla idiomática del árabe, que hablaban los
cristianos y los musulmanes en la España islámica, con la lengua romance heredera del
latín vulgar.
• También tenemos la llamada poesía provenzal, o culta, que debe su nombre a la
provincia de Provenza, en Francia. Estaba compuesta para ser cantada y su autor era
conocido como trovador. Tenía como tema el “amor cortés”, donde la amada siempre es
idealizada e inalcanzable.
• La poesía religiosa es otra de las manifestaciones líricas de la época. Era producida por
eclesiásticos y, luego, por escritores laicos que expresaban su cristiandad. Gonzalo de
Berceo es el gran paradigma con Los milagros de nuestra señora.

II. RENACIMIENTO Y BARROCO
Si bien estas dos tendencias se dan en la época considerada como el Siglo de Oro de la
literatura europea, corresponden a un período histórico muy breve entre los siglos XVI y XVII.
El Renacimiento está marcado por un cambio en el paradigma de pensamiento, en el cual el
centro ya no es Dios sino el Hombre. Sin embargo, perdió su fuerza y optimismo por más de un
siglo de guerras en toda Europa, originándose un arte Barroco preocupado del vacío, u “horror
vacui”, más cercano al cansancio y al desengaño.

1. Lírica Renacentista:Dentro de ella se reconocen tres momentos:
a) Poesía cortesana:
• Sus tópicos son el amor, la naturaleza y el goce de la vida.
• El amor, en tanto ideal e inalcanzable, produce un estado de melancolía en el
hablante lírico.
• La naturaleza también es idealizada y se presenta como el “locus amoenus”, o sea,
el lugar ameno; se alaba la vida de la aldea y se menosprecia la vida en la corte.
• El goce de la vida está representado por el tópico “carpe diem”, es decir, aprovecha
el día.
• Su principal exponente es Garcilaso de la Vega.
b) Poesía mística:
• Se caracteriza por el deseo de la comunión del alma con Dios, en un amor que se
puede calificar como “trascendente”
• Sus principales exponentes son Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.

c) Escuela Salmantina:
• Bajo esta denominación se agrupa una serie de poetas cultos que tienen como tema
principal lo religioso, moral y filosófico.
• Destaca Fray Luis de León con su Oda a la vida retirada.

2. Lírica Barroca:
• Es un período sumamente conflictivo en los aspectos sociales, políticos, económicos y
religiosos. El Barroco es, pues, una época de profunda crisis.
• En concordancia con eso uno de los tópicos, o lugares comunes, más relevantes es el de
la fugacidad de la vida, o “sic transit gloria mundi”.
• En el género lírico, Luis de Góngora (español, 1561-1627) es el padre del nuevo estilo
llamado culteranismo: tendencia literaria que nace en España en el siglo XVII. Postula
la preponderancia de la forma en la composición poética, apoyándose en recursos
estilísticos tales como los neologismos, el hipérbaton, la elipsis, en el abundante uso de
cultismos que evidencian una gran erudición, con alusiones rápidas a la mitología y a la
historia. Sus obras emblemáticas son Las soledades y la Fábula de Polifemo y Galatea.
• Francisco Quevedo (español, 1580-1645) es el creador del llamado conceptismo:
tendencia literaria que, en oposición al culteranismo, se preocupa más del plano del
contenido. Las expresiones están en función de las ideas. Para ello, se recurre, por
ejemplo, al juego de palabras, la antítesis y el contraste.

III. NEOCLASICISMO
• El siglo XVIII es conocido como el siglo de las luces, lo que se relaciona con el
predominio del pensamiento ilustrado. Sus valores máximos son la razón y el progreso.
• En literatura, la tendencia es hacia la armonía y el orden inspirado en la cultura
grecolatina.
• La belleza clásica es tomada como modelo y el arte debe imitarla.
• En el género lírico no hay representantes tan ilustres como en los otros movimientos
literarios, pero sí habría que mencionar a Juan Meléndez Valdés (español, 1754-1817),
que escribió poesía con intención moralizante, en concordancia con la tendencia
neoclásica a convertir a la literatura en un instrumento pedagógico.

IV. ROMANTICISMO
• Nace a mediados del siglo XIX como reacción al racionalismo del neoclasicismo.
• Pretende incorporar como temática el sentimiento y la fuerza humana.
• Describe la naturaleza como una fuerza dinámica y actuante.
• Las atmósferas suelen ser lúgubres o llenas de pasión como un mar enfurecido, un
ambiente tormentoso, o bien, un tétrico castillo en ruinas.
• Entre los grandes maestros del Romanticismo se encuentran el francés Víctor Hugo
(1802-1885), Lord Byron (inglés, 1788-1824) y el alemán Friedrich Schiller (1759-
1805).
• En la lírica de habla hispana, destacan los españoles José de Espronceda (1808-1842),
con una poesía de intención social, de queja profunda por las desigualdades y por la
injusticia; y Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870), de corte más intimista, que tiene
como temas predilectos el desengaño, el lenguaje poético, el destino final del hombre,
el amor y la soledad.

V. MODERNISMO
• Es el primer gran movimiento literario hispanoamericano, influido por el Parnasianismo
(aprox. 1860, movimiento literario francés que tiene como principal exponente a Charles
Baudelaire) y por el Simbolismo (aprox. 1870, cuyos principales representantes son
Mallarmé y Arthur Rimbaud).
• Surge como reacción a la forma descarnada y decadente de mostrar la sociedad por
parte del Naturalismo (movimiento que no tiene un apartado especial en esta guía pues
carece de relevancia en la expresión poética).
• El modernismo tiene por finalidad una renovación temática, dando cabida a lo exótico
(princesas, cisnes, lagos encantados, etc.), al mundo oriental como fuente de
inspiración, a lo mítico y a lo misterioso.
• Pone énfasis en la musicalidad del verso, con un estilo refinado y sumamente cuidadoso
en la forma.
• Es el nicaragüense Rubén Darío quien lleva esta tendencia a su máxima expresión. Este
poeta acuña el término Modernismo en la revista chilena Artes y Letras en 1888.

VI. LAS VANGUARDIAS
Empiezan a manifestarse en Europa, en los primeros años del siglo XX. Se sucedieron tan
rápidamente que muchas de estas manifestaciones fueron coetáneas y todas, excepto el
Surrealismo, fugaces. Algunas de ellas son:

1. El Dadaísmo
• Movimiento artístico y actitud intelectual de un grupo de poetas, pintores y escultores,
nacido en Zurich en 1916, en torno a Tristan Tzara.
• Es el movimiento de vanguardia más nihilista que se conoce, ya que propone la
destrucción de todos los valores establecidos.
• No crean obras de arte, sino que emplean materiales de desecho, trapos viejos, readymade
(objetos encontrados)
• Los principales representantes son Marcel Duchamp. Francis Picabia, Jean Arp, Max
Ernst, Kurt Schwitters y el fotógrafo Man Ray.
• Surge como una rebelión ética y estética en contra de la Primera Guerra Mundial.
• El Primer Manifiesto, que presenta los principios de este movimiento literario, y que
escribiera Tristán Tzara, data de 1918, y será dado por muerto ya en 1922.
• El nombre Dadá está relacionado con los balbuceos infantiles. Fue elegido azarosamente
en un diccionario, siendo celebrado por su incoherencia y por su vinculación con la
bondad originaria del hombre.
• Estilísticamente habría luchado contra las barreras del lenguaje, rompiendo la sintaxis,
jugando con la sonoridad de las palabras (onomatopeyas) y con las asociaciones libres,
logrando así convertirse en el precedente más directo del Surrealismo.

2. El Surrealismo
• Arte especialmente antiburgués y revolucionario, hasta el punto de querer transformar
totalmente la sociedad, apoyándose en el psicoanálisis de Freud, para reclamar la
liberación de los impulsos reprimidos en el subconsciente, y en las teorías sociales de
Marx, para propugnar la rebelión en contra de las convenciones sociales. Hay una
marcada compenetración entre el arte y la vida.
• El primer Manifiesto del Surrealismo fue escrito por André Bretón y data de 1924.
• El escritor debe crear en plena libertad, lo que supone la práctica de la escritura
automática, expresando su pensamiento desligado del control de la razón.
• En la escritura, se inclinan por el uso de sustantivos que ensamblan sin coherencia y
que dotan de nuevas significaciones.

• En la métrica, rehuyen la rigidez de la composición estrófica.
• El poema se dirige a la sensibilidad del lector más que a su capacidad de comprensión.

3. El Creacionismo
• Movimiento de vanguardia que penetra en España al final de la Primera Guerra Mundial,
en la segunda década del siglo XX. Fue introducido por el poeta francés Paul Reverdy y
por el chileno Vicente Huidobro.
• Como teoría estética, propugna la consideración del poema como algo autónomo, al
margen de la imitación: “Por qué cantáis la rosa, oh poeta, hacedla florecer en el
poema”.
• Se practica el juego de azar de las palabras, que se unen de modo incoherente, se
inventan otras nuevas, se suman sonidos en las jitanjáforas o se recurre a sugerentes
disposiciones tipográficas.
• Se rompen la sintaxis y la puntuación tradicional.
• El poeta es el creador de su propia realidad mediante un tipo de metáforas, sin base
lógica, es decir, sin correspondencias entre el término real y el imaginario, pues éstos se
relacionan gratuita o arbitrariamente.

4. El Futurismo
• Movimiento de Vanguardia que afecta a todas las artes, con grandes logros en la
arquitectura y en la escultura. Su Manifiesto fue escrito por Filippo Marinetti, en 1909.
• Es un movimiento provocador, subversivo, partidario de la guerra y adicto en su
momento al fascismo.
• Adopta una postura violenta y propugna una “velocidad omnipresente” como superadora
de los conceptos de espacio y tiempo, pues su principal objetivo es que el arte sea
dinamismo.
• Gusta de lo moderno y de lo mecánico.
• En la lírica, la velocidad se consigue reduciendo la expresión: suprimen términos,
adverbios y nexos.
• Tipográficamente, alteran la disposición de las líneas, usan letras de colores y tipos
diferentes.

VII. LÍRICA CONTEMPORÁNEA
• En la segunda mitad del siglo XX surge una literatura que busca la superposición de
diversos niveles de significación.
• Se busca cuestionar y demoler los modelos que se consideran caducos.
• Por ende, se transgreden los márgenes genéricos que han dominado el mundo de la
creación literaria.
• En la lírica chilena sobresale la Antipoesía, que debe su nombre al libro “Poemas y
Antipoemas”, de Nicanor Parra.
• La Antipoesía utiliza la ironía, la caricaturización y la sátira. Busca acercar el lenguaje
poético a la lengua cotidiana y reacciona contra los temas elevados que desde siempre
han sido propios de la lírica.
• Destaca también el chileno Juan Luis Martínez con su “Nueva Novela”, texto
paradigmático de la fusión o superposición de diversos recursos que corresponden a
diversas manifestaciones literarias y extraliterarias: un lenguaje poético, pero a la vez
descriptivo a modo de breves cuentos, incorporación de variados elementos visuales:
dibujos, recortes, artefactos (por ejemplo, un anzuelo que es incorporado como parte
del texto, etc.).






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